Promesas que no valen nada
Vuelvo a habitar el Planeta Maño.
Lleno el domingo leyendo La mujer zurda, de Handke , hablando por teléfono, viendo por fin Perros de paja , donde Dustin Hoffman se vuelve loco y empieza a dar mamporrazos a diestro y siniestro, tratando a su mujer como si fuera retrasada mental y mostrando indiferencia ante la aparición de su gato desaparecido ahorcado en el armario; y cuando se empieza a hacer de noche me centro en la descarga de la discografía de Ivan Ferreiro con ese gran programa descubierto en la fiesta eurovisiva de Crisis.
¡Cuán culta soy! Me digo a mí misma ante este repaso de mis inquietudes intelectuales, que van desde la literatura austriaca de los setenta a Abrázame, versión que Ferreiro, un alternativo tránsfuga, ha hecho de la canción de Julio Iglesias. Menos mal que, para no llevarme a engaño (porque otra cosa no, pero honesta con mi propia psique lo soy un rato), reconozco que mi intelecto, capaz de decidirse por todas las actividades anteriores, ha dispuesto también que me siente delante de la tele a las diez y media para ver el nuevo episodio de La que se avecina ; obra maestra, fiel sucesora de Aquí no hay quien viva y mi serie favorita del momento: donde esté Marivi Bilbao que se quite House o Anatomía de Grey .
Lo que acabo de escribir me recuerda que ya son casi las nueve y media, así que tengo que irme. Me espera la ducha maña, que por lo menos es incolora; no como la del hotel de Torrelodones, donde el agua salía roja como la tierra mojada del descampado que rodeaba el edificio.
Me ha gustado pasar por Madrid este fin de semana para descubrir que, al menos por ahora, todo sigue igual. Es inevitable que alguna vez estemos tristes, como lo es cambiar la mirada sobre una ciudad en la que ya no se vive, pero que sigue ahí, cerca, tal vez reprochándome desde su silencio el que me haya ido pero, al mismo tiempo, demostrándome con su fingida indiferencia que me añora. Me produjo una sensación extraña mirar la calle Alcalá por la ventanilla del taxi que me llevaba a Atocha para regresar al Planeta Maño; una sensación de no pertenencia.
Me digo que algún día volveré para quedarme y escucho Promesas que no valen nada.
Os dejo con la primavera.
11 comentarios
V -
Espero q te mejores y nos deleites pronto con tus historias por esos mundos maños....cuando consigas permanecer lejos del W.C. más de 5 minutos seguidos.
Besets
mari -
madein -
V -
Ya nos dijo tu mami que habías escrito un post y tuviste un apagón fatal que se lo cargó.
Besos
Ana Mari -
tonins -
uds saben q yo siempre vuelvo, de una u otra manera
V -
Un besazo
Eli -
Sigo viva y abducida, sí, por la librería recién inaugurada. Estoy muy contenta pero sin tiempo, trabajando más de doce horas diarias, que se pasan como segundos. En cuanto tenga un ratito escribiré con más calma. Un abrazo a todos desde el planeta maño, donde se está muy bien.
tonins -
jajajaja
V -
Besos a todos/as
V -
Yo ya he vuelto también de Menorca.....un lugar al que volver. Una pasada. Ya he colgado las fotos.
Besets